En el mar la vida es más sabrosa… y lo sabes
El mar tiene un poder increíble de encantar a quien lo visita. Si echamos la vista atrás en historia de la humanidad, los pueblos costeros siempre han despertado interés, sea por sus productos de mar, por el acceso a vías comerciales, por su clima saludable o por sus paisajes.
Quizá en algún viaje a la playa te preguntaste ¿cuándo comenzamos los seres humanos a visitar el mar para vivir una vida más sabrosa? No es una fecha que tengamos marcada en el calendario para conmemorar, lamentablemente, pero sí te podemos decir que no es algo nuevo.
Se sabe que en la antigua Grecia, los baños con agua de mar se realizaban para curar afecciones de la piel. Ya en el siglo XVII se decía que los baños de mar ayudaban a combatir ciertas afecciones de salud. En el siglo XIX, las clases burguesas realizaban viajes a la playa para tratar sus problemas de respiratorios o de circulación.
Para entonces, las visitas al mar ya empezaban a trascender los temas de salud. Estas clases adineradas aprovechaban los viajes de verano para continuar, junto al mar, con sus costumbres de de paseos, juegos y vida social. Hoy, todo eso puedes disfrutarlo en nuestras instalaciones.
Entrado el siglo XX, los médicos ya hablaban de los beneficio de los baños en el mar, aunque eran recomendados con mucha prudencia, al punto que se acostumbraba la práctica de baños en grupo.
La buena reputación de los baños de mar se extendió y llegó a las masas para popularizarse, lo que convirtió esta costumbre, inicialmente elitista, en un nuevo enfoque del turismo masivo.
Así, los destinos veraniegos se apresuraron a levantar importantes infraestructuras de balneario para ofrecer la experiencia vacacional más sabrosa junto al mar, como la que tienes a tu disposición en nuestro complejo Novo Resort.
Bañarse en el mar sí hace la vida más sabrosa, no es un mito
¡Más sabrosa y saludable! No es una simple percepción que tienes al viajar a la playa. Cuando te bañas en el mar, además de refrescarte, obtienes beneficios para tu organismo. Te contamos de dónde vienen estas bondades:
- Brisa marina: antes de entrar al agua ya tienes ventajas. Al respirar la brisa marina ayudas a regular la glándula tiroides, por ser rica en yodo. Inhalar la brisa de mar te ayudará a prevenir enfermedades respiratorias y a reforzar los mecanismos de defensa del organismo.
- Temperatura del agua: el contraste de la temperatura del mar con la temperatura de tu cuerpo activa una resistencia en el sistema vascular, que beneficia problemas circulatorios, combate la celulitis y previene las várices.
- Corrientes: el esfuerzo físico que supone mantener el equilibrio cuando estás entre las olas, ayuda a fortalecer músculos y articulaciones.
- Composición química: el agua de mar es una mezcla de sales que contiene zinc, yodo, potasio y otros minerales. Las vitaminas y antioxidantes presentes en el agua salada puede, aunque en pequeñas cantidades, absorberse a través de la piel. Su alto contenido en magnesio produce relajación, lo que ayuda a combatir ansiedad y estrés. Además, los microorganismos presentes en ella, la dotan de sustancias antibacterianas que la dotan de propiedades antibióticas,
- Sol: conoces una forma más sabrosa de producir vitamina D que un baño de sol, nosotros tampoco.
- Arena: caminar sobre ella ayuda a exfoliar los pies y por su textura, también los masajea. Esas caminatas contribuyen a tonificar la musculatura de piernas y glúteos. Por cierto, en nuestra playa tienes muchos kilómetros para caminar.
¿Cómo disfrutar del mar?
Ya conoces más detalles de por qué en el mar la vida es más sabrosa. Pero, como todo en la vida, para disfrutar es importante la moderación.
Cuando pasas todo el día en la playa, sea dentro o fuera del agua, recibes directamente los rayos del sol sobre la piel. Para que tu temporada junto al mar resulte beneficiosa y nunca desastrosa, es importante que tomes algunas precauciones.
Entre las recomendaciones que ofrecen la American Cancer Society, rescatamos una frase que será fácil de recordar “Si va a pasar tiempo al aire libre, ¡Póngase, úntese, colóquese y use!”, que resume cuatro simples pasos para disfrutar de día en el mar, sin riesgos con los rayos ultra violeta:
- ¡Póngase una camisa!
- ¡Úntese bloqueador solar!
- ¡Colóquese un sombrero!
- ¡Use lentes de sol para proteger los ojos y la piel alrededor de estos!
Si quieres conocer con más detalle estas recomendaciones, te invitamos a leer el artículo ¿Cómo me protejo de los rayos UV?, en la web de esta institución.
Seguro ya te hemos convencido, que en el mar la vida es más sabrosa. Nos esperes más, reserva ya con nosotros para que disfrutes a tope tus próximas vacaciones.